Los Amores Perros del Tercer Amigo
La historia del Tercer Amigo, Alejandro González Iñarritu es bastante diferente. Iñarritu debuto unos años más tarde en el 2000, con Amores Perros, y si bien en su momento los debuts de Cuarón y del Toro fueron exitosos, nada como el explosivo debut de González Iñarritu que tomó por sorpresa a México y al mundo. Puede sonar exagerado, pero fue así: la película fue nominada al Oscar a Mejor Película Extranjera en el 2000 y le dio la vuelta al mundo causando sensación en todas partes, un honor que no había tenido una película mexicana en décadas. Con una laberíntica e impactante historia de Guillermo Arriaga que planteaba como las vidas de distintos personajes de la Ciudad de México se entrecruzaban de forma trágica y brutal, Amores Perros fue una inyección de energía al cine mexicano y ayudó a colocar a la industria y a sus creadores a otro nivel.
Entonces Iñarritu llegó a Hollywood ya convertido en autor respetado a nivel internacional y no tuvo que vivir las intermisiones de productores rudos como las vivieron Cuarón y del Toro. De hecho su siguiente película con guion de Arriaga también fue 21 Gramos con un elenco de estrellas que incluía a Sean Penn, Naomi Watts y Benicio del Toro. Más ambiciosa aún, Babel, en 2006, con elenco encabezado por Brad Pitt, Cate Blanchett y Gael García y que fue nominada a múltiples Oscares. Pero la carrera de Iñarrritu no estuvo libre de controversias, ya que si bien no hubo peleas con productores, después si hubo un amargo y tortuoso rompimiento público con Guillermo Arriaga, el aclamado guionista de esa primera trilogía de películas.
A partir de los 2000s, la carrera de los tres directores continúa en Hollywood, con altibajos.
Guillermo del Toro convence a Cuarón de que acepte dirigir Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, que fue la película de Harry Potter con mejores críticas a la fecha y obvio un gran éxito de taquilla. Cuarón parecía destinado a seguir ascendiendo con su siguiente proyecto, la impactante película apocalíptica, Los Niños del Hombre; sin embargo, la película fue un fracaso económico lo que lleva al director a estar varios años fuera de la pantalla. Del Toro se apunta el éxito de El Laberinto del Fauno en 2006 y luego Hellboy 2 en 2008. González Iñarritú regresa con Biutiful en 2010, que no causó tanto entusiasmo como sus anteriores trabajos y cansó a algunos como lo que se percibía como una tendencia hacia el miserabilismo.
2013 a 2019: Gravity, Birdman, El Renacido, La Forma del Agua, Roma
Y entonces en 2013 Alfonso Cuarón hace un regreso espectacular con Gravity, que lo vuelve a colocar en el primer plano de los directores en Hollywood y en el mundo, es el primer mexicano en ganar el Oscar. Un par de años después, en 2015, González Iñarritu se aleja de sus preocupaciones sociopolíticas con Birdman, revitaliza su carrera y gana el Oscar de Mejor Director y tan sólo el año siguiente, en 2016, entrega la que es para mí su mejor película después de Amores Perros, El Renacido, un western brutal y feroz con Leonardo DiCaprio, que le gana un insólito segundo Oscar de Mejor Director. Si bien la carrera de del Toro siguió muy activa después de El Laberinto del Fauno y Hellboy 2, como productor de la serie The Strain y director de Pacific Rim y La Cumbre Escarlata, siempre estaba la duda de ver si podría alcanzar las cimas a las que llegó con El Fauno…. Y si bien en 2017 con La Forma del Agua no llega a esa cima (nada fácil), si logra una película original y visualmente impactante que le gana un Oscar, que sirvió de pasó como reconocimiento a una carrera extraordinaria
Y ahora Cuarón con Roma, una película mexicana en blanco y negro, la primera película mexicana en ser nominada a Mejor Película. Una hazaña en la historia de los Oscares para una película extranjera llegar a dónde ha llegado. Recordemos que las otras películas fueron dirigidas por ellos pero eran películas en inglés producidas en Estados Unidos.
¿Qué han tenido estos mexicanos? En primer lugar su talento. Sí, claro, tienen una visión artística, pero también un talento narrativo y una flexibilidad para adaptarse y para entender lo qué la industria de Hollywood y del cine internacional ha demandado de ellos. En el caso de Cuarón y del Toro comenzando como directores bajo contrato (al igual que la mayoría de los directores del mundo) y aprovechando la oportunidad para aprender a moverse en ese complicado sistema, en el que el dinero que se invierte no es del gobierno, sino de corporaciones e inversionistas que quieren ver un retorno en su inversión. En Hollywood, ya después de que los directores han probado que pueden entregar esto, es cuando pueden comenzar a hacer proyectos personales, en la dinámica que se conoce como one for you and one for the team, o sea una que gane dinero y una de autor, y si se pueden las dos cosas, mejor.
Sorprendentemente, Cuarón, Iñarritú y del Toro han conseguido la mezcla perfecta de ambas y han hecho películas que pueden considerarse de autor pero que también logran atraer a las grandes audiencias. No es esta una historia de caprichos, divas e intransigencias, sino una historia de trabajo, inteligencia y capacidad de adaptación. Una historia de amor por el cine y por las historias.
Y bueno, aunque Alfonso Cuarón no llegara a ganar, en definitiva 2013 a 2019 son 6 años que ya pasan a la historia del cine mexicano y del cine mundial. Los tres directores son sin duda tres de los artistas más interesantes en el cine mundial actualmente, y cada película suya seguirá siendo un Evento.